jueves, 24 de noviembre de 2011

“Se razón…Click al recuerdo”

Fue desde el pupitre de aquel salón cuando te vi pasar; los guantes blancos, la boina de lado, el blazer azul de gala, y tu demandante sonrisa desarmaron mis sentidos. Era lunes de homenaje a la bandera, lunes de flojera para escribir y aprender a sumar cuando matemáticas es la primera clase del día.
Entonces deje la inmensa mochila sobre mi lugar y me dispuse a bajar a entonar el himno nacional, el cuarto para las siete de mi reloj me pedía acelerar el paso para llegar pronto a la formación con todo mi salón, mi sorpresa fue ser el primero, no había nadie; bueno en realidad siempre baje temprano para verte, que no me tapara nadie...
Entonces platicabas con tus amigas reías de las cotidianeidades del fin de semana, del programa o serie que mas veías, del chico que te volvía loca o solo te aceleraba el corazón cuando lo veías pasar… pero entonces yo seguía observando tu perfecta figura, con eso tenía controlada mi vida lo juro. Eras la perfecta forma para comenzar la semana.
Debajo del brazo lleva una gordita de curvas despampanantes, tan blanca como la nieve y tan caprichosa como la nena preciosa, era mi redonda la que se tira un ballet dentro del rectángulo verde, la que roba suspiros y te hace soñar con cada rodar. No importaba si era tiempo de gala o un jueves de educación física, lo trascendente era tirarte una chepa en medio de tres y de tras el arcoíris lleno de redes para inflarlo de virtudes transparentes.
Naturalmente para aquel muchachito blanco el sonar de la campana para salir al receso no se parecía a las otras; esas que sonaban cada cambio de clase. Esa del receso tenia una melodía de futbol y musa, de cascara…
Rápido toma la redonda y sabe cual es su equipo para echar la reta, pero antes espera unos segundos para verla pasar, el aire contiene partículas de ese perfume a flores, a tulipanes; eso…eso mismo motiva al nene para tomarla desde media cancha y no soltarla, para reconstruir una escena bien maradoniana y concluirla bien mexicana con el balón del otro lado de la barda junto a una tumba vieja y descuidada.
Cuatro mil seiscientas cuarentaitantas hora transcurrieron desde ese balonazo que paso lejos del marco, y que dejo de ver a la preciosa niña, para ser exacto poco más de diez años, entonces el destino el señor galante que viste a veces de guardaespaldas puso su fotografía en el monitor de su computador. Le escribió un mensaje, no esperando nada simplemente saludarla; pues encontrar a la niña de la que se enamoro por primera vez era de verdad una sorpresa de esas que la vida no regala muy a menudo.
Desde aquel momento el tuvo noches de alarido puso a rondar su cabeza con recuerdos, ella contesto y juntos echaron su mente para atrás, le fue sincero y declaro su amor; ese que jamás a dejado escapar, el teclado y la pericia fueron perfectos para desaparecer tanta distancia que existía entre uno y el otro.
Pero jamás despegaron los pies del suelo, solo imaginaron cosas lindas en un futuro inexistente para los dos.
Si me permites contarte esto, el en alguna parte de las charlas si despego los pies…
Ella tomo sus noches su teclado y su computador y le dio un click para bajarlo al nene, el apago su mente y aunque duele aun agradece por no dejarlo despegar mas que unas cuantas noches deliciosas de tremebunda melancolía y atardecer del tiempo…por que aun la recuerda y antes de dormir hace una oración por el pequeño tulipán, por la nena linda.
Ahora cuando apagan la luz el sonríe y recuerda aquel momento cuando sus ojos la vieron por primera ves, su risa exclama y retumba cada instante en su corazón… la vida esta llena de cosas espectaculares. Una historia se escribe mientras otras tantas están por comenzar...

ROBERTO CARLOS VARGAS MENDOZA (ruPErto!!!)

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