jueves, 24 de noviembre de 2011

esCAleRA


Aquella noche cuando tropecé con tu insomnio, cientos de luciérnagas brotaron del florero de la abuela, ese, el que tenía junto a su buro despostillado. La noche intensa pinto una mañana atosigada de sol y marea de mariposas. Entonces subí esos escalones, los cuales conducían al abrevadero de sirenas y princesas; era tan confuso como si subir me dejara limpio, sereno. Como si tirar un lazo al cielo me dejara sin recuerdos… r.c.v.m.

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