domingo, 9 de junio de 2013

"ONCE PASOS A LA REDONDA"

Hace algún tiempo forzosamente tuve que ser mas joven, mi apariencia tenía menos pliegues. Un día exponiendo en clase me atreví a ser honesto y confesar mi total desagrado por la escritura y sus letras. Aquel maestro me dijo que mi batalla estaba perdida en el andar del periodismo, no me detuve a investigar si servía un lápiz sin punta, me convertí en el carboncillo e intente escribir. Soy cuenta cuentos de futbol, son extraños y habitan humanos un tanto enojados, tristes, colorados; pero siempre, conscientes del protagonismo que no se desvanece cuando el punto final pone en práctica la reflexión de algún lector. En este devenir donde habito mucho grandes han fallado a la altura del manchón penal, algunos se ponen nerviosos, a otros la presión los dejo con el tino en el cielo. Yo tome mi propia redonda y comencé a escribir, muchas veces he errado, pero sigo a la altura del punto penal pidiendo con las mismas ganas otra oportunidad de contar otra historia en estos "ONCE PASOS A LA REDONDA", para este servidor la vida y el balompié son enamorados eternos, incapaces de olvidarse. Capaces para compartir sus sueños sin perder la libertad que los forja como mejores seres; mejores personas. Es mi filosofía de vida, lo que el futbol me heredo, noventa minutos son muy pocos; prefiero penales y no tiempo extra. Las cosas directas siempre serán mejor; no se que dirección sigo, ayer solté el timón, me distraje o solo puse atención a lo que sucede a lado mío. Voy a estribo o a babor, voy con la corriente siguiendo el curso del oleaje que es tranquilo, inestable, desconocido. No cierro este itinerante cuento que en realidad son muchos, hago un cambio de juego y me instalo en la "Geografía is balón", cualquier punto cardinal será siempre la mejor referencia para disparar a gol… Gracias a todos o a nadie, gracias a los mismos de siempre y a los nuevos iguales, gracias por tomar un tiempo y leerme, por conocer mis formas de sentir el partido. Estos han sido once pasos tan bastos que a la hora de empeinar las letras siempre tuvieron un motivo sano y jugaron fácil para transmitir pasión y respeto por este juego. Mi mayor satisfacción es y será poder expresarme de la misma manera; con la misma sencillez que el futbol representa… ROBERTO CARLOS VARGAS MENDOZA (ruPErto!!!)

martes, 28 de mayo de 2013

ANTES DE TIEMPO

Cuando por fin pude pisar el césped lo único que se me ocurrió fue tocarlo con la mano; no lo podía creer, oler el pasto que tantas figuras del futbol pisaban domingo a domingo para mostrar su talento. Cruce el campo trotando para sentir y visualizar aquellos tarsos largos de sesenta metros, me preguntaba cuantos toques caben de primera intención antes de que el balón abandone por la linea final o de banda. A la esquina de la cancha donde se doblan las ideas, el lugar más alejado dependiendo la portería que se defienda; es ahí donde se arremolinan las lentes de los asiduos reporteros gráficos que le roban una imagen a la magia del juego, el mejor túnel, la mejor patada; el perfil inolvidable. Pero el ídolo ya lleva su etiqueta, parece no necesitar del remolino ni del chacaleo de los medios. Se sabe protegido por lo que hace o deja de hacer, pocas veces me arremolino junto a mis colegas para obtener la mejor toma, parece que la suerte me da referencias para tomarla en cuenta en caso de que vuelva a pronunciarme en contra de ella o decir que no existe, pues al minuto cuatro del partido al ídolo se le ha ocurrido darme su mejor fanfarria; posa frente a mi convenciendome que la portada de la semana en los diarios la tengo yo. Entonces disparo antes del torbellino furico obteniendo la maravillosa linea llamada foto que contiene la figura del actor principal de aquella historia. Luego me doy cuenta que mi retrato no fue el adecuado ya que el gol cayo en la portería más alejada a mi ubicación. No tenía oficio para guardar una imagen de algo o alguien que no lo necesitaba; entendí y logre componer una imagen autentica con rostros desconocidos y diversos que hablaban de realidad y no de reflejo artificial… Aquel día cuando decidí dejar el futbol profesional, muchos cuestionamientos aparecieron, historias inventadas y mentiras que me hacían un nada después de haber sido todo. Gane la liga, la copa, olimpiadas, un mundial, torneo tras torneo y luego me retire, con veinte cinco años ya no quería más de glorias y goles; quería a mi familia, amigos, el entorno olvidado. Para muchos es difícil entender que una figura de pronto se canse, no había lesiones o problemas con mi equipo; era feliz y estaba cómodo, aprovechando y explotando mi talento. Entonces tome la decisión y lo deje, anuncie mi retiro. El moustro voraz llamado MEDIO termino conmigo; o al menos ellos pensaron que fue así. Me sigo riendo a carcajada extensa, logre todo en poco tiempo, les demostré que existen las estrellas fugaces cruzando exactamente a lado de ellos. Les demostré que no se necesita ganar y seguir ganando por que se puede perder el sentido de lo adecuado. Me encamine en la fotografía para rendirles tributo a los que un día me aplaudieron y me colgaron del firmamento, sigo ganando partidos…sigo ganando antes de tiempo. ROBERTO CARLOS VARGAS MENDOZA (ruPErto!!!)

viernes, 12 de abril de 2013

tecnologías OBSOLETAS...

¡Carmen, Carmen!! mis píldoras por favor, la generosa Carmen abre otro paquete de mentas y al instante le lleva su dosis de lo que el llama pastillas para el corazón. Don ruco es un viejo afortunado pues la silla que lo mantiene atado a aquel pedazo de casa le salva a diario la vida del desorden en la calle. Repite siempre el nombre de Abel cuando despierta intempestivo, acomoda su inexistente cabello, limpia su lagrimal izquierdo, mira el techo que es un cielo pintado con vincis color eléctrico; señala el punto donde se unen pared, techo y suelo, dice que ese punto une todo; que somos un punto de fugo, a lo lejos somos pequeños, unos guapos otros feos. Don ruco es mi vecino, ayer tomaba el sol en su silla yo venia de comprar las tortillas, era la hora de la comida; ya no recuerdo el guiso solo el olor, don ruco me pidió una tortilla y como siempre le regale dos, las unto de aire; me botaba de risa, decía que era la mejor dieta -la tortilla no engorda; sino lo que abraza esta- me regalaba gacetas donde escribía crónicas deportivas, de tecnología, de sociedad, de política. Ayer pase y el ruco ni me miro, silencioso husmeaba la nada, estaba perdido en algún punto de fuga, Carmen su enfermera le limpiaba el lagrimar, lo tranquilizaba, luego se exalto y con gritos me pedía que me alejara -ES UNA CRISIS- dice Carmen -no te preocupes se le pasara- Entre a casa desconcertado con mi diagnostico inventado por que doctor no soy, afligido, triste, sonrojado. Me pone de malas no recordar una fecha, algo importante. Como cuando tuve una novia que era súper detallista, tenía una memoria impalpable, echa a detalles. El más mínimo instante lo comentaba como si un año no hubiera pasado. En alguna ocasión le compartí todo esto a don ruco, me palmeo en el hombro y de la bolsa de su pantalón saco una USB para regalarmela -toma, por todo lo que me cuentas seguramente ahora te servirá mas a ti que a mi, esta nuevecita no te preocupes a mi ya no me sirve, hace mucho la desinstalaron de mi sistema- me quede serio, sacado de onda. El sonreía y luego me llamaba Abel, pero resulta que Abel era un amigo de la infancia, de su ayer… ROBERTO CARLOS VARGAS MENDOZA (ruPErto!!!)

jueves, 7 de febrero de 2013

VEJEZ, eres mujer o men?

Se mecía justamente al ritmo de las olas del mar, preservaba lo que parecían años sobre su abdomen, sus manos, sus ojos irritados. Carecía de información subliminal, un presente informal y una memoria incondicional. Había treinta mil estrellas colgadas, luceros degradados, difuminados por el dedo de la naturaleza; ahí se encontraba caminando, pisando el suelo dividido de la arena. Ese ecosistema lo recorría casi a ciegas, de noche y día, con luna llena; a veces vacía, en silencio o con rima; pero así lo seguía, a donde fuera, donde la estela de luz se entretuviera; continuaba ahí cuidando su espalda a lo que sucediera. No sucedía nada, todo quieto persistía, tan volátil ella como el aire; tan tranquila, tan distante. Hubo un día que no avanzo, se detuvo y fue feliz, otros tantos siguió inconstantes, luego, devastador, hiperactivo y superficial. Nunca igual, siempre le faltaba algo, a disgusto con la mente inherente a la incoherencia, a lo absurdo, a la verdad y su aflicción. Eficaz en sus formas, vestido de todo, de tradición, de moda, de ridículas cosas; vestido y desnudo, vestido e ignorado. Disfrazado de ligas rebotaba entre la acera, jugueteando conocía las cicatrices de las calles, las fracturadas avenidas surgían inconstantes tendidas para ser pisadas por los muchos caminantes. Precisamente por los que ruedan y tienen flojera de salir a deambular como el viandante. Recordé el ecosistema con su agua intomable; que se acerca y se retira, que te moja para que la sigas. Ni uno ni otra, no hay lugar, ni tiempo; me di cuenta que solo embeleso, se podrán perder en sus memorias para despertar y darse cuenta que al final de aquella acera, mar, bosque o selva estaré yo, fiel quimera con la noche sin ser precisamente un final; solo el inicio y la huella fuerte de que la vida se agolpo en tu silla pequeña para enseñarte a caminar ... ROBERTO CARLOS VARGAS MENDOZA (ruPErto!!!)

miércoles, 16 de enero de 2013

"OFFside"

Fue mi gesto una sonrisa y manoteaba el flujo del aire como si el invisible hombre viento me hubiera arrastrado al estado de lamento, de imposibilidad para patear al arco; no era impedimento una lesión, o la fiereza de un contrario por quitarme el balón; era esa locura por sexta ocasión la que me dejaba en la zona mas deshabitada, la que el delantero pisa y se convierte en risa; pues su hambre de goleador solo se insinúa y se queda quieta en el silbataso o el abanderado. La oscura cancha se quedo detrás como tu, como ellas, para olvidar un partido horrendo, una cascara grotesca, un balón pinchado y una casaca impuesta. Esas tribunas que un día fueron flores hoy la rechifla llamada otoño las dejaba sin fuerza para sostenerse; se caían a pedazos como mi fe. Lo inolvidable, tus labios repartiendo sonido, transformando el significado en significante, propinando latidos en corto y en espacios reducidos; un total punto y aparte. Pero la atracción no fue esa, sino la de aquella tarde cuando tu sentada me notaste, levantaste el rostro lleno de ojos, boca, nariz y dientes; de mi parte fue un hola tan bajito que al instante te volteaste. Es entonces cuando todo comenzó a rodar entre los dos, cuando muchas lunas te quedabas quieta; como si "NADIE" fuera verbo indeseable y yo con el formara historias muy aparte. Jamas me preocupe por preguntar tu nombre, lo que te gusta o te disgusta. Como era amor a primera vista la soledad hacia justicia entre tu vida y la mía. Hacia tiempo que esta misma soledad me carcomía, estaba con la costumbre a cuestas; me costaba levantarme, sentirme diferente para reconocer que el sol si quema cuando lo miras de frente. Así tus ojos me reconfortaron y me dieron aliento, me trataron distinto a los muchos otros que un pasado también me miraron. Pero cual era tu encanto, en que discrepabas y te convertías en otra y no en ellas. Por que me habías notado, por que yo con mi tristeza. Las mañanas claras no me gustan, luego sostengo el paso para trotar suavecito sobre el césped verde, recién aparece el veintiséis de noviembre, hay lejanías tan cercanas, tan juntas e inseparables, lloran por ser distintas sin saber todo lo que comparten. Aquel momento fue nuestro, pero el banderín estaba en lo alto para detenerme y no seguir con mi carrera, tú aun lo amas y yo me quedo estático, sin la gloria de cantar un gol... ROBERTO CARLOS VARGAS MENDOZA (ruPErto!!!)