Aquel punto de fuga que profana el silencio espectral del blanco vacio, solo encuentra las líneas coherentes tras el suave tacto del carboncillo acariciando la superficie de luces y sombras. Dibujar es un pacto con el alma que debemos experimentar para representar la vida cotidiana de este lugar donde estamos parados. . . r.c.v.m.
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